El ejercicio es recomendado por muchos profesionales de la salud y se menciona permanentemente en los distintos medios de comunicación: en la radio, televisión, internet, medios escritos etc. No es para menos, pues el ejercicio resulta vital para la prevención y curación de diversas enfermedades y dolencias.
Cuándo se trata de sobrepeso y obesidad, el tratamiento básico es dieta y ejercicio, para el tratamiento de la Diabetes, restricción de los azúcares y ejercicio; en la hipertensión arterial, restricción de la sal y ejercicio. Se podrían enumerar muchas enfermedades en las cuales el ejercicio es esencial para sacar adelante a quienes las padecen, también las distintas lesiones en las cuales el ejercicio es clave para su rehabilitación. Varias intervenciones quirúrgicas como: lesiones moderadas de meniscos, síndrome de mango rotador, herniaciones de discos cervicales o lumbares, pueden ser evitadas a través de un programa de ejercitación.
Todo lo mencionado estaría excelente, pero me preocupa que cuándo se habla de ejercicio, se menciona indistintamente actividad física, ejercicio y deporte, cuya definición, funciones y beneficios son distintos, razón por la cual, resulta importante explicar las características de cada uno de ellos.
Actividad física se puede definir como el acto de realizar funciones a través de movimientos corporales, con el involucramiento del sistema músculo-esquelético, por lo tanto, el solo hecho de parpadear es una actividad física; también respirar, hablar, deglutir los alimentos, pues en todas estas funciones están involucrados los sistemas mencionados; por supuesto, levantarse de la cama, lavarnos la cara, bañarse, realizar labores domésticas, caminar al trabajo, en fin, todos los movimientos que se requieren para nuestro diario vivir.
Por otra parte, deporte es toda actividad física, en la cual se hace prueba de agilidad, velocidad, destreza, fuerza o resistencia; actividades que van desde estar sentado uno frente del otro, haciendo gala de destreza al mover unas piezas, como lo es el ajedrez; hasta actividades extenuantes y de alta incidencia de lesiones, como son la mayoría de deportes de contacto: fútbol, baloncesto, boxeo, karate etc. Pero, ¿está usted dispuesto o con la condición física adecuada para realizar este tipo de actividad física?
Por último, ejercicio se define como una actividad física que tiene como objetivo primordial la adquisición, desarrollo, mejora o conservación de una facultad, aptitud, o habilidad. A través del ejercicio, podemos conservar o mejorar la facultad de oxigenar nuestro cuerpo, la habilidad de realizar movimientos y la aptitud de ser flexibles. Lo anterior nos permite comprender porque existen tres tipos básicos de ejercicio: Ejercicio Cardiovasculorespiratorio (CVR), Ejercicio de Fortalecimiento Muscular y Ejercicio de Flexibilidad. Cada uno de ellos nos proporciona múltiples beneficios, sobre todo si se prescribe de manera correcta, cumpliendo con ciertos parámetros como: intensidad, duración, frecuencia, sobrecarga y especificidad.
El ejercicio incide de tal manera en la salud de los seres humanos, que inclusive la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard menciona: “No existe medicación ni medicamento alguno, que sea más efectivo para la prevención y curación de las enfermedades, que la Actividad Física y el Ejercicio”.